Beneficencia de Puno refuerza su labor social con programas de acogida para adolescentes, adultos mayores y asistencia alimentaria, financiados con recursos propios como cementerios y alquileres
La directora de Protección Social de la Beneficencia de Puno, Nancy Rossel, informó que la institución continúa fortaleciendo su compromiso con la población vulnerable de la región a través de tres programas sociales prioritarios, el Centro de Acogida Residencial Especializado (CARE), el Centro de Atención Residencial del Adulto Mayor (CARPAN) y el programa de Asistencia Alimentaria.
En el CARE, actualmente se brinda albergue a 10 adolescentes gestantes o madres con hijos, además de 9 niños menores de dos años. Esta cifra supera el límite normativo de ocho residentes permitido por el Ministerio de la Mujer, sin embargo, se ha logrado ampliar temporalmente este número con autorización del mismo, dada la urgencia de los casos atendidos. La atención va más allá de lo material, e incluye acompañamiento emocional y preparación para la reintegración social.
En el CARPAN, ubicado en Yanamayo, se acoge a 13 adultos mayores derivados por entidades como la policía, fiscalía o municipalidades. Todos ellos han sido previamente evaluados por asistentes sociales para verificar su situación de abandono o desprotección familiar. La atención incluye servicios médicos itinerantes y la visita periódica de la única gerontóloga de la región, gracias al trabajo combinado de personal pagado, voluntarios y practicantes.
Rossel señaló que, el funcionamiento de estos programas depende directamente de los ingresos generados por los cementerios y alquileres administrados por la Beneficencia. Por ello, hizo un llamado a los arrendatarios a cumplir con sus obligaciones para no afectar los servicios sociales.
También anunció que, el comedor social espera atender a 100 personas antes de fin de año, incluyendo a familias con discapacidades o dificultades de desplazamiento, a quienes se les entrega víveres en sus domicilios.